¿Señor, que quieres que yo haga?Una voz me llamaMi vida es una Voz que me llama, la Voz potente de Aquél a quien se debe todo lo que existe; mi vida es una respuesta obligatoria a esa Voz que me está llamando.
En la existencia de algunos hombres la llamada de Dios se ha dejado realmente sentir con la inmediatez concreta de una voz humana, suscitando la sorpresa o el sobresalto que experimentamos cuando nos sentirnos llamar de improviso por nuestro nombre.
Esto es, pues, lo que anima la concepción cristiana de la vida:
- que la vida es vocación,
- que la vida es llamada.
Y el sentido de las cosas y de las circunstancias consiste en que son como palabras en las que se articula el sonido de esa voz inefable.
Fiarse - La vocación es lo que explica, en la raíz, el misterio de la vida del hombre, misterio de predilección y gratuidad absoluta.
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