Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor (Sta. Teresa)




El amor aparece allí donde una persona siembra amor.

Los hombres creen escribir la historia, cuando es Dios quien permite todo “para nuestro bien”. Aunque no comprendamos.
El corazón creyente recibe la invitación a descubrir ese misterioso designio de Dios, para “poner amor” donde no hay amor. Es entonces cuando el mundo y la vida cobran una luz especial: se convierten en fuente de paz y de amor, de felicidad y de esperanza que nacen del abandono confiado en Dios.